Cuando te ofrecen la carta en un restaurante nos enfrentamos a varias situaciones:
Una lista interminable de platos que nos complican nuestra elección
Un lenguaje que a veces es indescifrable que nos lleva, a seleccionar un plato que no sabemos de lo que está hecho.
Por otro lado hay cartas muy atrayentes por su diseño las cuales, suelen contener fotografías de platos muy apetitosos. Y muy originales en su presentación.
Incluso ha llegado la última tecnología y la carta es una tablet donde podemos elegir y además pedir deirectamente.
En resumen, la carta debe cumplir unos requisitos básicos:
Simple – Clara – Limpia – Captación
Lo ideal es especificar en ella todo tipo de alimentos Alergenos que contiene cada Plato.
Cereales que contengan gluten
Crustáceos y productos a base de crustáceos
Huevos y productos a base de huevo.
Pescado y productos a base de pescado
Cacahuetes y productos a base de cacahuetes
Soja y productos a base de soja
Leche y sus derivados (incluida la lactosa),
Moluscos y productos a base de moluscos.
Altramuces y productos a base de altramuces
Granos de sésamo y productos a base de granos de sésamo
Mostaza y productos derivados
Apio y productos derivados
Frutos de cáscara
Dióxido de azufre y sulfitos
Incluso es fundamental que el personal de cocina tenga un control adecuado de la trazabilidad de los productos que componen cada elaboración. Bajo ningún concepto podemos añadir más ingredientes, sazonadores, etc. fuera de lo indicado en la ficha técnica de cada elaboración. En caso de hacerlo, tenemos que informar adecuada y oportunamente al jefe de cocina para asegurarse que los productos añadidos no contienen ningún producto de obligada comunicación mediante los iconos convenientes.